Cuando se presenta esta enfermedad la persona va al baño constantemente, sufre ardores durante la micción, dolores de espalda, y la orina tiende a salir más oscura, con sangrado y un fuerte olor.
Si se trata a tiempo no es grave aunque si es muy recurrente puede acabar causando problemas en el riñón. Para evitar esto debemos acudir a revisiones periódicas con el urólogo